Una nariz… de células madre

La Habana (PL).- Un empresario británico aquejado de un cáncer que le hizo perder la nariz espera recuperar el órgano afectado mediante una novedosa técnica de reconstrucción a partir de su propio tejido.

El proceder lo desarrollan investigadores del Colegio Universitario de Londres, y consiste en hacer crecer el apéndice nasal en el brazo del paciente para después trasplantárselo a la cara con la esperanza además, que recupere el sentido del olfato.

Según explican los expertos, la nueva nariz comenzó a formarse en un molde biodegradable -basada en la original- con un material sintético donde se inyectaron millones de células madre.

Al mismo tiempo trabajaron la piel de uno de los brazos, que fue extendida gradualmente con un pequeño balón inflado alojado bajo la superficie. A los dos meses se reemplazó el balón por la nariz en formación, donde ahora se encuentra el apéndice adquiriendo redes de nervios y vasos sanguíneos pequeños, así como una cubierta de piel.

Después de tres meses, la nariz será injertada en la cara del hombre, en una operación tan precisa que no debe dejar ninguna cicatriz. Mientras que su brazo volverá a la normalidad, aseguró el equipo médico que lo atiende.

Los científicos están convencidos del éxito del proceder, y explicaron que la estructura nasal estará incluso algo curvada a la izquierda, muy semejante a la que perdió como consecuencia de su enfermedad.

Hace algún tiempo un equipo de cirujanos españoles reconstruyeron la cara de dos niños que sufrían una hemiatrofia facial grave, con células madre adultas extraídas del tejido adiposo de los pacientes.

Esta técnica, que no sólo genera volumen, también regenera tejidos, consiste en practicar punciones milimétricas en el abdomen de los menores, para, por medio de cánulas de liposucción, aspirar la grasa que se deposita en esa zona.
El material se procesa de manera aséptica, y de la grasa se extraen las células madre estomacales, las más puras y con mayores propiedades regenerativas, que se mezclan con el tejido adiposo para su reimplantación inmediata en el paciente, en una operación, no muy compleja, explicaron los especialistas.

Los beneficios de esta terapia se pueden trasladar a cualquier otra atrofia de tejidos blandos, y sus resultados se hacen patentes en unos meses, ya que las células madre se regeneran y optimizan la calidad del implante después de un tiempo, indicaron.

De hecho, ya se ha utilizado una técnica similar para la reconstrucción mamaria y para la mejora de la función cardiaca en miocardio.

Además ha tenido éxito en la reparación de tejidos, como la tráquea, el esófago o el músculo esquelético en modelos de animales y de seres humanos, mientras se avanza en la regeneración de órganos como el hígado, el corazón y el pulmón.

TERAPIA CELULAR Y MEDICINA REGENERATIVA

A lo largo de la vida, las células que forman los tejidos, se desgastan y degeneran. Los avances en la medicina basada en técnicas sustitutivas del tejido dañado han supuesto una revolución no exenta de problemas; entre ellos, la limitación en el número de órganos donados, además de las complicaciones inmunológicas (rechazo del injerto), en parte resueltas con medicación.

Se sabe que de manera natural los tejidos que forman parte del organismo tienen la capacidad intrínseca de auto renovarse, proceso que se produce gracias a las células que permanecen remanentes y con capacidad de diferenciación.

Este fenómeno ha abierto una nueva era en la llamada medicina regenerativa con células madre, que no es más que aprovechar los mecanismos naturales de renovación celular para reparar los tejidos dañados, un nuevo concepto que abre posibles vías terapéuticas para determinadas enfermedades que hoy en día son consideradas incurables.

El viejo sueño de los científicos de crear órganos a la carta parece, a juzgar por los avances alcanzados, cada vez más cercano.

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