Las cardiopatías congénitas no impiden hacer ejercicios
A pesar de lo que algunas personas piensan, las personas que nacen con alguna cardiopatía congénita (cardiopatía de nacimiento) también pueden beneficiarse del ejercicio físico, siempre y cuando la actividad elegida se adapte a su condición de salud. Así lo recomienda la Asociación Americana del Corazón. Sigue leyendo y ponte en acción.
Por un motivo u otro, el corazón de algunos bebés no se desarrolla correctamente durante el embarazo y, al nacer, esos niños presentan lo que se conoce como cardiopatía congénita, que indica la presencia de algún problema con la estructura y el funcionamiento del corazón.
En algunos casos, esta condición se manifiesta inmediatamente al nacer, y hasta pone en riesgo la vida de los niños, pero otras veces puede permanecer ahí silenciosa durante años, afectándolos sin que nadie lo note. Por eso, es importante detectarla cuanto antes, para poder evitar complicaciones y peligros.
Criar a un niño con una cardiopatía implica aprender los aspectos fundamentales del cuidado de su salud, que incluyen alimentarlo bien, medicarlo correctamente y saber identificar los signos de posibles problemas. También implica involucrar al niño en sus propios cuidados, pues de ese modo, es más probable que se sienta seguro de sí mismo y tenga una actitud positiva.
Asimismo, y por sobre todas las cosas, es importante no sobreprotegerlo y ayudarlo a que tenga una vida similar a la de cualquier otro niño. Es posible que no pueda practicar ciertas actividades físicas y que deba evitar los entrenamientos deportivos de alto rendimiento, pero sí podrá jugar con sus amigos.